Ausencias.

El asfalto se escapa de los autos que por no saber a dónde ir, lo aplastan una y mil veces. Las luces artificiales nos recuerdan que estamos en los dominios de la noche y que ella todo lo cubre. Sólo las almas muy valientes y las que ya han sido vendidas, se atreven a salir, las demás temen que la noche oscurezca sus vidas para siempre.

¿Quién anda ahí?