Condena eterna.



Te vas cansando de empujar el taxi a su destino, porque los taxis no se conducen, se empujan. Si el patrón se entera de que esta naranja está sin jugo pone una nueva en el exprimidor. Son solo quince horas, no te permite soñar pero te da razones para estar despierto. Hoy es solo hoy y mañana es nunca mientras sea hoy.

¿Quién anda ahí?