Zombis inmortales.



No se sabe si vas o venís, las luces te confunden el camino y, en el fondo, no te importa. Allá o acá es lo mismo, la nada. La ciudad no te protege pero te permite vivir. Al fin de cuentas los fantasmas asustan pero no lastiman y lo que no te mata te desilusiona. Por eso caminás.

¿Quién anda ahí?